El Último Suspiro de Tinta 2 da parte

12 de Junio

Ayer me quede pensando en lo ridículo que me debo ver escribiendo en un cuaderno como niñita, me decía a mi mismo lo idiota que quedaba haciendo esto; pero hoy tengo la necesidad de expresarme como diría mi abuelo, de todas formas quiero que esto sea algo más… mmmm personal así que he decidido ponerte nombre, he escuchado (de algún adulto seguramente)  que si se le pone nombre a las cosas puedes encariñarte fácilmente; debo confesar, sin embargo, que aun no le he encontrado el más mínimo sentido a esto pero vamos a ponerlo a prueba, a partir de hoy te voy a llamar Juliana. Tú más que nadie sabes porque elijo ese nombre, acuérdate solos tú y yo.   

El día de hoy fui al colegio y lamentablemente también lo hizo el abusón de turno, pagaría todas mis pertenencias (que no llegaran a 100 dólares) por que alguien lo ponga en su lugar, es el típico machón de 1.85, musculoso (gordo o una combinación de ambas aun no distingo bien la diferencia), pelo castaño, marcas de acné por todo el rostro, de tez blanca y claro un niñato rico. El problema no es ese, es decir, puedo vivir tranquilamente con eso, sin embargo siempre soy su conejillo de indias.

Al fin y al cabo no era eso lo que te quería contar, de hecho ya sabes todo eso (y también sabes que suelo irme por las ramas), la novedad es que hubo una amenaza de bomba en el colegio ¡Por fin paso algo interesante!  Tenias que haber visto eso Juliana, como niños y profesores que en teoría son las que deberían mantener la calma pase lo que pase (lo que comprueba que yo tenía razón diciéndote que son unos asnos, pero ahora me entero que también son cobardes)  corrían y gritaban por todo el colegio como si fuesen gallinas descabezadas, la verdad que yo también me asuste además de que la alarma sonaba tremendamente fuerte y tenía un sonido de por sí bastante perturbador, pero una vez fuera (perdón Juli por lo que te voy a decir) moría de la risa y ¿Sabes que fue lo mejor de todo? que el tipazo que siempre me molestaba, lloraba como un bebe cuando quiere comer (esto me recuerda que olvide de darle de comer a mi perro Jack)    

¿En dónde estábamos?  Oh si, tendrías que haber visto como me miraba, es decir, como decía el abuelo en la frase que te conté que me dijo, me estaba observando completamente aterrado de mi entereza.

Desde luego nada exploto y todo resulto ser una falsa alarma, bueno ya es tarde será mejor que vaya a dormir porque mañana será un largo día (parece que hasta que volemos en mil pedazos tendremos clases hasta el día del juicio final) ¡¡¡Que duermas bien!!!