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miércoles, 9 de julio de 2014

La Sortija de la Verdad

Esta erase la historia de una pareja recién casada, ambos eran jóvenes y aparentaban una felicidad digna de un cuento de hadas; pero ella internamente tenia seria sospechas de que su esposo le fuese infiel. Su madre había intentado apaciguar esas  “inseguridades”; aunque al ver que su hija, valga la redundancia, realmente poseía esa incertidumbre considero menester ayudarla a librarse de esa tremenda duda.  Quizás la elección de cómo ayudar no fuera la más acertada pues envió a la muchacha con una bruja que según creencias del barrio era experta en detectar y solucionar este tipo de problemáticas de pareja. Era condición necesaria que fuese sola, así fue como contacto con la misteriosa anciana.
Su pedido fue contundente, determinar si su marido le era infiel de la manera más rápida e infalible; es así como a cambio de un buen dinero, la hechicera le dio dos anillos malditos de la verdad, las instrucciones eran claras:
-          Para que funcione, ambos deben tener el anillo puesto en el dedo anular sin importar cual este sea   
-          Su modus operandi era tan sencillo, como tenebroso; cada vez que uno de los dos fallara en la pareja el anillo se resquebrajaría de manera automática
-          Si las continuas fallas no cesan, anillo acabaría destruyéndose
La maga fue contundente; una vez roto el anillo quien haya cometido la falta, debe confesarlo antes de las 2 horas posteriores, caso contrario los espíritus malignos que fueron alimentados por las malas acciones matarían a la persona llevándose consigo su alma.
La joven dudo, pero su intriga era más fuerte y acepto. Ese mismo día se lo entrego a su marido, ocultándole toda la verdad acerca de su origen, según el muchacho al colocárselo sintió un frio que le corrió por el cuerpo aunque realmente no supiera a ciencia cierta de donde provenía esa sensación, lo cierto es que “el juego” había comenzado.
A la semana el anillo de él se había agrietado al menos unas dos veces, ella sintió como una daga al corazón enterarse, sin embargo era consciente de que debía aguardar el momento donde el  objeto se destrozara. Por desgracia para ella ese momento no tardaría en llegar.
Paso un mes, un día como cualquier otro él se encontraría con su amante, al salir de verla, la sortija se partió en dos, el joven comenzó a sentirse realmente muy mal físicamente. Al punto que se arrodillo quedando en posición fetal con su cabeza apoyada en el suelo, estaba realmente sorprendido ya que ninguna persona se preguntaba que le pasaba, era como si no existiera; ¡como si fuese un fantasma! Finalmente sintió una leve mejora y pudo incorporarse; de todas formas no tardaría en volver a quedar pálido pero esta vez por lo que estaba viendo a su frente, era la muerte que lentamente se le acercaba, el humano no podía huir, sus piernas ya no servían su voz ya no gritaba, su mente ya no pensaba. Estaba preso de la decisión del juez de la vida.
El espectro explico al recientemente casado porque estaba pasando por todo esto, a lo que el joven en lugar de sentir rencor e ira; sintió una profunda tristeza y vergüenza, pero fue desafiante con la muerte y le dijo que esta noche no lo vendría a buscar. Sorprendentemente la parca no se sorprendió esfumándose inmediatamente devolviéndole a su víctima temporalmente su alma.
El joven fue a su casa; para su asombro la chica no estaba, sin embargo en su lugar se encontraba la misteriosa bruja, con el anillo que llevaba su esposa. La mujer no tardo en explicarle la verdad; su amada había muerto, mientras el actual viudo no salía de su asombro, la hechicera le explico que se había suicidado al romper el anillo ella misma ya que no quería seguir viendo su realidad; además de que lo felicito irónicamente ya que la muerte solo se lleva a un miembro de la pareja por par de anillo.
Finalmente el viudo murió de tristeza, meses después; se dice que antes de morir, aquel maldijo a todo aquel hombre que fuera infiel a su mujer colocando en la sortija de cada casado los poderes de la gema de la verdad… 

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