Esta erase la historia de una pareja recién casada, ambos
eran jóvenes y aparentaban una felicidad digna de un cuento de
hadas; pero ella internamente tenia seria sospechas de que su esposo le fuese
infiel. Su madre había intentado apaciguar esas
“inseguridades”; aunque al ver que su hija, valga la redundancia,
realmente poseía esa incertidumbre considero menester ayudarla a librarse de
esa tremenda duda. Quizás la elección de
cómo ayudar no fuera la más acertada pues envió a la muchacha con una bruja que
según creencias del barrio era experta en detectar y solucionar este tipo de
problemáticas de pareja. Era condición necesaria que fuese sola, así fue como
contacto con la misteriosa anciana.
Su pedido fue contundente, determinar si su marido le era
infiel de la manera más rápida e infalible; es así como a cambio de un buen
dinero, la hechicera le dio dos
anillos malditos de la verdad, las instrucciones eran claras:
-
Para que funcione, ambos deben tener el anillo
puesto en el dedo anular sin importar cual este sea
-
Su modus operandi era tan sencillo, como
tenebroso; cada vez que uno de los dos fallara en la pareja el anillo se
resquebrajaría de manera automática
-
Si las continuas fallas no cesan, anillo
acabaría destruyéndose
La maga fue contundente; una vez roto el anillo quien haya
cometido la falta, debe confesarlo antes de las 2 horas posteriores, caso
contrario los espíritus malignos que fueron alimentados por las malas acciones matarían
a la persona llevándose consigo su alma.
La joven dudo, pero su intriga era más fuerte y acepto. Ese
mismo día se lo entrego a su marido, ocultándole toda la verdad acerca de su
origen, según el muchacho al colocárselo sintió un frio que le corrió por el
cuerpo aunque realmente no supiera a ciencia cierta de donde provenía esa
sensación, lo cierto es que “el juego” había comenzado.
A la semana el anillo de él se había agrietado al menos unas
dos veces, ella sintió como una daga al corazón enterarse, sin embargo era
consciente de que debía aguardar el momento donde el objeto se destrozara. Por desgracia para ella
ese momento no tardaría en llegar.
Paso un mes, un día como cualquier otro él se encontraría
con su amante, al salir de verla, la sortija se partió en dos, el joven comenzó
a sentirse realmente muy mal físicamente. Al punto que se arrodillo quedando en
posición fetal con su cabeza apoyada en el suelo, estaba realmente sorprendido
ya que ninguna persona se preguntaba que le pasaba, era como si no existiera;
¡como si fuese un fantasma! Finalmente sintió una leve mejora y pudo
incorporarse; de todas formas no tardaría en volver a quedar pálido pero esta
vez por lo que estaba viendo a su frente, era la muerte que lentamente se le
acercaba, el humano no podía huir, sus piernas ya no servían su voz ya no
gritaba, su mente ya no pensaba. Estaba preso de la decisión del juez de la
vida.
El espectro explico al recientemente casado porque estaba
pasando por todo esto, a lo que el joven en lugar de sentir rencor e ira;
sintió una profunda tristeza y vergüenza, pero fue desafiante con la muerte y
le dijo que esta noche no lo vendría a buscar. Sorprendentemente la parca no se
sorprendió esfumándose inmediatamente devolviéndole a su víctima temporalmente
su alma.
El joven fue a su casa; para su asombro la chica no estaba,
sin embargo en su lugar se encontraba la misteriosa bruja, con el anillo que
llevaba su esposa. La mujer no tardo en explicarle la verdad; su amada había
muerto, mientras el actual viudo no salía de su asombro, la hechicera le
explico que se había suicidado al romper el anillo ella misma ya que no quería
seguir viendo su realidad; además de que lo felicito irónicamente ya que la
muerte solo se lleva a un miembro de la pareja por par de anillo.
Finalmente el viudo murió de tristeza, meses
después; se dice que antes de morir, aquel maldijo a todo aquel hombre que
fuera infiel a su mujer colocando en la sortija de cada casado los poderes de
la gema de la verdad…
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